26/01/2021
Estimados socios y vecinos de Montencinar en general:
Quienes de ustedes hayan tenido la estoica paciencia de soportar hasta el final el Pleno -impresionista- del Ayuntamiento de El Escorial que tuvo lugar en el día de ayer, habrán podido comprobar que salvo honrosas excepciones, aquello ha parecido, más que un órgano de representación de todos los vecinos del municipio, un lugar o institución donde abunda el alboroto y el desorden (esto es, una jaula de grillos) cuyas manifestaciones inconexas y alejadas de la realidad existente, en especial en lo que atañe a Montencinar, se interrumpen de tanto en cuando para que los miembros de la Corporación Municipal levanten la mano (para votar).
No podemos compartir la forma en que se desarrollan los plenos de aquella Corporación donde, desgraciadamente, los intercambios de pareceres y alusiones de tipo político, envueltos en multitud de información sobre las disposiciones legales que supuestamente los soportan, son mas importantes que determinar una línea de acción más o menos consensuada tendente a favorecer el bienestar y bien común de todos los que pertenecemos a este municipio.
En lo que respecta a Montencinar hemos podido comprobar que hasta los gatos (en referencia al protocolo CES) merecen mas atención por parte del (des)gobierno municipal que los propios vecinos de nuestra colonia. Y por si no lo sabían o no han seguido el Pleno les informamos que unas pocas horas antes de comenzar el mismo (casualidad tal vez, pero no lo creemos) esta Asociación ha recibido contestación al recurso de reposición interpuesto a la aprobación definitiva del Proyecto de Reparcelación: en pocas palabras, NO a TODO.
Los documentos de la resolución ya están en manos de nuestros asesores jurídicos para su estudio e incorporación en el procedimiento contencioso-administrativo que hemos iniciado, resolución aquella con la que el Ayuntamiento ha dado carpetazo a cualquier posibilidad de negociación para un acuerdo consensuado y definitivo que pudiera poner término a la situación de desamparo de las familias de Montencinar.
La JUNTA DIRECTIVA